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Luna de miel en Perú: 7 consejos para viajar al corazón del Imperio inca

Perú es el centro neurálgico del antiguo imperio Inca. Un recorrido lleno de historia, arquitectura y tesoros arqueológicos colma una luna de miel súper romántica, comenzando por Lima, uno de los mejores destinos sudamericanos para visitar de a dos.

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Tierra generosa de escenarios variados, Perú desborda de cultura precolombina y colonial. En esta simbiosis de diferentes geografías, el viaje romántico está asegurado. Centros históricos, casas coloniales, iglesias barrocas, calles limeñas vigorosas, cruceros por el río Amazonas y vistas panorámicas arqueológicas. Un abanico amplio para introducirse en el Perú profundo. Además de los imperdibles, visiten los mercados de las ciudades como forma inigualable de adentrarse en la vida de sus habitantes.

1. Cuál es la mejor época

Por las diferencias de geografías y climas, es difícil combinar todas las variables para elegir la mejor época para viajar a Perú. En todo caso, hay que tratar de evitar la temporada de lluvias que se da en verano. La estación seca es la ideal, con los meses de julio y agosto como los preferidos, sin embargo, es temporada alta y los precios están por las nubes. Los viajeros expertos aconsejan elegir entre mayo, junio, septiembre y octubre.

2. Definiendo el viaje

Al momento de pensar una luna de miel en Perú, es importante poder organizar un itinerario con los lugares que quieren visitar de acuerdo con los días disponibles. Si eligen Iquitos, conviene ubicarlo al principio porque requiere un vuelo desde Lima y, luego del regreso, retoman los otros destinos del recorrido hacia el centro-sur del país. Machu Picchu puede quedar para el final, como la estrella del viaje.

3. Lima

Su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad. Es una capital virreinal y moderna a la vez, con una historia sumamente rica y muchos sitios de interés. El recorrido de las iglesias es el preferido de quienes visitan la capital, entre ellas la Catedral de Lima y la Basílica de San Francisco. El colorido mercado de Surquillo merece una parada para comprar los souvenirs. Las parejas románticas no deben dejar de visitar el distrito de Miraflores, el barrio de la novela La ciudad y los perros, de hermosos parques, playas bañadas por el Pacífico, mercados y casas museo.

4. Amazonas por Iquitos

Iquitos es la ciudad más grande de la Amazonía peruana. Tuvo su origen como reducción jesuita y cobró mayor interés con la Fiebre del Caucho. En esa época tomó caracteres europeos que se conservaron y mimetizaron con las raíces amazónicas. Es una ciudad de contrastes, desde su particularidad cosmopolita y moderna hasta las viviendas de tipo palafitos en las riberas que le dan un matiz exótico al entorno. Si la idea es adentrarse en la selva amazónica, desde Iquitos parten los cruceros fluviales de lujo por el Amazonas paradisíaco.

5. Arequipa, la ciudad blanca

Es una de las ciudades más lindas de Perú, con construcciones en piedra volcánica blanca, por lo cual se la conoce como la “ciudad blanca”. Su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad y resguarda numerosas iglesias, conventos y monasterios. Entre ellos, los imprescindibles para visitar son la Iglesia de la Compañía, monumento barroco peruano, y el Monasterio de Santa Catalina de Siena, complejo religioso de gran valor cultural. Numerosas casonas señoriales declaradas monumentos se utilizan como galerías de exposiciones o museos.

6. Cuzco, el legado histórico

Con una enorme importancia en la historia americana, Cuzco fue capital del antiguo imperio Inca y luego enclave del Virreinato del Perú. De la etapa colonial viene la herencia arquitectónica con sus catedrales, palacios y casonas magníficas, núcleo del poder religioso y político. Entre los imperdibles para visitar, la catedral barroca de la plaza de Armas y los poblados cercanos de Ollantaytambo y Chinchero, el primero resguarda la mayor fortaleza inca y el segundo, para disfrutar de su mercado de tejidos.

7. Amanecer en Machu Picchu

Toda la mística y la energía de este lugar quedan de manifiesto ante la primera vista. Machu Picchu es impostergable, un viaje a la ciudadela inca en lo alto de la montaña, a casi 2500 msnm. Este santuario histórico peruano inspira a muchos turistas de todo el mundo para emprender el viaje. La forma más sencilla de llegar es en tren desde Cuzco hasta Aguas Calientes, el pueblo más cercano a la ciudadela. Conviene hacer noche en allí para aclimatarse a la altura y luego disfrutar de un único amanecer inolvidable en Machu Picchu.

Para hacer este paseo a Machu Picchu es conveniente sacar la entrada por anticipado, ya que los accesos están limitados a un cupo diario. Es una buena idea contratar un guía en la entrada del complejo para poder apropiarse mejor de todos los significados del parque arqueológico. Otra forma de llegar es el Camino del Inca, aún más místico, por medio de valles milenarios y bosques exuberantes. Esa excursión no se puede hacer por cuenta propia, solo con una agencia o un guía.

Perú también es un viaje culinario, y saborear el lomo saltado, el ceviche, la causa rellena o el chupe de camarones resulta un hito imperdible de la luna de miel. No dejen de disfrutar de la cocina peruana, de las mejores del mundo.

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